En los últimos años, el auge del turismo ha transformado la estética urbana y el modo de vivir de muchas capitales. Si bien esta tendencia genera oportunidades económicas y culturales, también pone de manifiesto la necesidad de garantizar una convivencia vecinal entre los huéspedes y los residentes que viven aquí permanentemente. La armonía entre inquilinos y la comunidad local no es solo una cuestión de respeto, sino una estrategia clave para asegurar la sostenibilidad a largo plazo del turismo en cualquier localidad. Mantener una buena relación con los vecinos no solo reduce conflictos y quejas con malos huéspedes, sino que también contribuye a una imagen positiva del destino, lo que…